La acción climática, en nuestro país, deja mucho que desear por cuanto la agenda política, en la práctica, la ignora o la subestima al extremo. Por ejemplo ¿qué medidas o programas para reducir los gases de efecto invernadero, y adaptarnos al cambio climático, ya se están ejecutando?
La falta de acción climática de los países ricos -que impiden frenar el calentamiento global en 1,5 °C- no puede llevarnos a la irresponsabilidad de seguir esa misma ruta de incumplimientos de los compromisos asumidos en las conferencias sobre cambio climático. Por ello, el reto es encarar el cambio climático mejorando, a su vez, el nivel de vida de nuestra población de manera razonable.
Pero, por lo visto, será muy difícil emprender acciones decisivas con un gobierno totalmente errático cuyo presidente, por salir del paso, firma el decreto que declara de interés nacional la emergencia climática, responsabilizando al Ministerio del Ambiente “fortalecer mecanismos existentes para enfrentar el cambio climático” al tiempo que se establece “Acciones Prioritarias… a realizarse en un plazo no mayor de 180 días hábiles”, todo ello en medio de cambios y recambios de ministros y funcionarios extremadamente incompetentes. A la par, también se impulsa la actividad de exploración y explotación petrolífera a cargo de PETROPERÚ, y en el Congreso se pretende aprobar un proyecto de ley para otorgar y/o renovar las concesiones petrolíferas por 40 años y se prorroguen por 20 años sucesivos. Así, de esta manera, nuestro país va al garete. Jesús Véliz Ramos